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jueves, 8 de marzo de 2012

El síndrome de Stendhal


En 1817 el escritor francés Marie H. Bayle (Stendhal), viajero romántico y apasionado del arte visita por primera vez la basílica de la Santa Croce de Florencia, un formidable símbolo del arte florentino abigarrado de obras de gran valor artístico y mausoleo de personalidades como Miguel Ángel, Galileo o Maquiavelo.
Con la contemplación de tal riqueza artística y arquitectónica y dado el valor histórico y espiritual del lugar, las expectativas del escritor se vieron sobrepasadas y experimentó una sensación que describe como desconcertante: “me latía el corazón, la vida estaba agotada en mí, andaba con miedo a caerme […] no me sentía en condiciones de razonar y me abandonaba a mi locura como a la vera de una mujer a la que se ama”.
Posteriormente la psiquiatra y psicoanalista Graziella Magherini acuña el término “Síndrome de Stendhal” para referirse a un conjunto de síntomas que encuentra en muchos turistas que acuden al servicio de urgencias psiquiátricas que dirige en Florencia.
Aunque no está recogido por los manuales de psiquiatría oficial, este síndrome haría referencia a un trastorno psicosomático que cursa con distintas formas de ataques de pánico, algunas formas de carácter depresivo-eufórico y síntomas persecutorios. Suele aparecer en turistas de mediana edad y lengua extranjera, que viajan solos y con gran sensibilidad por el arte, por lo que también se le conoce como: “síndrome del viajero romántico”.
Con la publicación en 1989 del libro: El síndrome de Stendhal, este término se populariza y actualmente es frecuente encontrar referencias al mismo en literatura, música, medios de comunicación, como recurso publicitario, etc.
Aunque es Florencia la ciudad en la que primero se ha descrito, cuna y museo del arte y la arquitectura renacentista, no es un síndrome exclusivo de esta ciudad, por lo que cualquier viajero sensible podría experimentar este éxtasis agridulce en cualquier rincón donde se vea sobrecogido por el arte y la belleza del mismo. Esperamos que esta entrada pueda ayudar a identificar la etiología de esta afección a quién la padezca eliminando así la ansiedad que produce el desconocimiento.
Posible antídoto contra este malestar es viajar acompañado, además de un doble placer, pues en palabras de Stendhal: “…sentía la necesidad de la voz de un amigo que compartiese mi emoción”.

viernes, 10 de febrero de 2012

El poder de la risa

La risa se localiza en el área prefrontal de la corteza cerebral, la más evolucionada, donde reside la moral y la creatividad. Los beneficios que nos aporta, tanto físicos como psicológicos, se conocen desde la más remota antigüedad. Hay constancia de la búsqueda estos efectos curativos en China e India hace más de 4.000 años. 
Hipócrates y Galeno destacan sus cualidades sanadoras. Darwin destacó su función social: expresar la felicidad supone una ventaja evolutiva para el grupo. Para Freud era capaz de eliminar la enegía negativa del organismo, lo que ha sido demostrado recientemente ya que con la risa, la corteza cerebral libera impulsos eléctricos negativos. 


Aunque ya se aprecia en el útero materno, la sonrisa de respuesta se desarrolla tras las primeras 4 o 5 semanas de vida. Se ha comprobado que los bebés pueden reír más de 400 veces al día, aunque los adultos no suelen hacerlo más de 50, especialmente los hombres.
Como respuesta biológica, en contra de lo que pudiera parecer, la risa no está motivada en su mayoría por humor o situaciones cómicas, sino que aparece más como complemento emocional a mensajes verbales, ante situaciones de estrés o con la la relajación y el bienestar físico.


Con la risa el cerebro produce endorfinas, como las encefalinas encargadas de calmar el dolor y reforzar el sistema inmunitario para combatir enfermedades, además de mejorar el ánimo. Este es uno de los motivos de que se utilice de forma terapéutica, como complemento a muchos tratamientos, tanto médicos como psicológicos. 
La risoterapia explota estos beneficios al máximo. Mediante dinámicas de grupo, juegos,  expresión corporal, bailes y otras herramientas se logra hacer reír a los participantes a carcajadas, maximizando así los efectos saludables de la risa. 
Entre los efectos psicológicos más importantes está la relajación, el alivio de tensiones y estrés, también se fomenta la confianza, la ilusión y el optimismo. 
Entre los beneficios físicos destaca el ejercicio que supone reír, ya que puede movilizar hasta 400 músculos, principalmente los faciales, por tanto, quienes ríen a menudo tienen una apariencia más joven, esto también se debe a la oxigenación de la piel, ya que mientras reímos los pulmones trabajan el doble. La risa también favorece la digestión y mejora la calidad del sueño entre otros efectos,aunque a nivel físico lo más destacable es su demostrado aumento de la longevidad. Debido a las contracciones diafragmáticas se fortalecen los pulmones y el corazón, evitando el riesgo de infarto y mejorando la calidad de vida. 


Teniendo en cuenta la cantidad de beneficios que tiene la risa y su escaso coste recomendamos no olvidarse de reír. Cuanto más mejor.
Para finalizar, reproducimos un poema de Mahatma Gandhi sobre la sonrisa:


“Una sonrisa no cuesta nada y produce mucho,
enriquece a quienes la reciben
sin empobrecer a quienes la dan.
No dura más que un instante,
pero su recuerdo es a veces eterno.
Nadie es demasiado rico para prescindir de ella,
nadie es demasiado pobre para no merecerla.
Da felicidad en el hogar, apoyo en el trabajo,
es el símbolo de la amistad.
Una sonrisa da reposo al cansado,
ánimo a los más deprimidos.
No puede ni comprarse, ni prestarse, ni robarse,
pues es una cosa que no tiene valor
hasta el momento en que se da.
Y si alguna vez te tropiezas con alguien
que no sabe dar una sonrisa,
se generoso, dale la tuya.
Porque nadie tiene tanta necesidad de una sonrisa
como el que no puede dársela a los demás.”



jueves, 26 de enero de 2012

Técnicas de estudio

Para la mayoría de la gente estudiar no es nada fácil, sobre todo cuando no hay motivación. Puede ser un trabajo arduo, sentirse como una obligación que produce estrés, ansiedad y frustración. Según los expertos, la carencia de motivación no es el peor obstáculo a la hora de estudiar, ni siquiera la inteligencia, sino la falta de un método adecuado de estudio y planificación.

La desorganización y el desconocimiento de este método llevan a fracasar a estudiantes que podrían superar cualquier asignatura pero debido a estas carencias, los exámenes y entregas no se preparan adecuadamente y todo el esfuerzo se convierte en una carrera perdida contra el tiempo.


A continuación se resumen algunas pautas para mejorar la calidad del estudio:


 Lo primero para estudiar es crear el ambiente adecuado. Procurarse un espacio y un tiempo exclusivo para estudiar. A ser posible siempre el mismo. El espacio, deberá estar bien acondicionado, sin distracciones innecesarias (móvil), libre de ruidos, bien ventilado e iluminado, con todo el material necesario al alcance, correctamente ordenado.


En cuanto al tiempo, a poder ser, siempre se debe comenzar el estudio a la misma hora, lo ideal es identificar en qué momentos se rinde más y aprovecharlo. También es beneficioso empezar con las tareas más complejas e ir introduciendo pausas de 15 minutos cada 45 de estudio.


La planificación es fundamental para rendir más. Tener delante un calendario y un horario, llevar agenda. En este punto hay que ser realista y no ponerse cada día más trabajo del que se pueda abordar.
Todas estas técnicas favorecen la concentración, evitan distracciones y ayudan a la memoria.


Otro consejo fundamental para ahorrar tiempo en el estudio es llevar el ritmo de la clase y por supuesto, no faltar. De este modo el rendimiento es máximo al apoyar unos contenidos en los anteriores y poder entender cualquier duda que surja o corrección que se haga en el momento justo. Repasar diariamente los contenidos nos ayuda a identificar y tener en cuenta lo más complejo de cara al examen. En situaciones difíciles o para aspirar a la máxima excelencia es recomendable contar con un tutor personal.


Para abordar el material de estudio se debe comenzar con una primera lectura rápida para contextualizar y a continuación realizar una segunda más pausada y analítica, con anotaciones al margen, subrayado y procurando entender cada palabra. Lo mejor para acabar de integrar el contenido es realizar un esquema o resumen de lo leído poniéndolo en nuestras propias palabras.


Finalmente, un consejo menos técnico pero igual de importante es tratar de ilusionarse, recompensarse a diario por seguir el plan y ser exigente. Apuntar alto es una garantía de aprobado, no obstante hay que saber aceptar los errores y tratar de aprender de ellos. 




martes, 17 de enero de 2012

Relajación Progresiva

También conocido como"método de Jacobson" en honor a su creador, este sistema se basa en la tensión y distensión muscular para llegar a un estado de relajación profunda. Aunque es más exigente que otros métodos, cuando se logra dominar es mucho más efectivo. 


Para su realización es necesario estar sentado cómodamente o tendido, con ropa no ajustada y en un ambiente libre de ruido, temperatura agradable y luz tenue.
Se puede comenzar apretando fuertemente los puños durante unos segundos, tratando de visualizarlos y a continuación se van soltando poco a poco concentrándose en las sensaciones de alivio y relajación muscular que pasan de la mano a la muñeca y al antebrazo. Posteriormente nos podemos centrar en los músculos de la cara, fruncir el ceño y arrugar los labios durante unos segundos para después relajar memorizando las sensaciones placenteras y de alivio. El mismo procedimiento con la frente, el cuello, después los hombros y pectorales, a continuación la espalda, el abdomen y el torso manteniendo la respiración al tensar para después soltar lentamente el aire a la vez que vamos relajando los músculos. Relajado el torso tensamos los glúteos unos segundos, soltamos poco a poco y relajamos, finalmente el mismo proceso tensando y levantando las piernas y colocando los dedos de los pies como si fueran garras.


El proceso completo debería llevar unos 15 minutos. Es importante mantener una respiración lenta y profunda. Se puede realizar en distinto orden, por ejemplo comenzando por los pies y subiendo. Antes de tensar cada grupo hay que tratar de visualizarlo, después tensar lo máximo, mantener, e ir soltando poco a poco mientras disfrutamos del alivio y la relajación que se produce. Finalmente todo el cuerpo quedará relajado y gran parte de la tensión que acumulamos durante el día se habrá disipado. Este método es una gran herramienta para ayudar a combatir la ansiedad y el estrés.